En lo alto del antiguo Palacio de Correos de la Nación, inaugurado en 1928, Mirador Central abre sus puertas como homenaje a la memoria arquitectónica y al espíritu viajero del correo: conectar personas, regiones y emociones.

Se eleva sobre el legado de un ícono comunicador, reinterpretando su esencia: ya no se envían mensajes físicos, sino que se reciben experiencias memorables y se comparten momentos que crean nuevas historias.

En Mirador Central no solo observás Buenos Aires: la vivís. Cada plato es un mensaje, cada brindis un encuentro, y cada perspectiva, una postal viva de la ciudad.


Transformamos tu visita en un recuerdo que se envía directo a la memoria, un momento que siempre querrás revivir.